Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
lunes, 10 de mayo de 2010
LA CAJA BOBA...
Al regreso a la pantalla chica del, ahora, cincuentón Tinelli, (que había sido precedido por la paleozoica Mirta), se sumó anoche el regreso de la diva total. Si con esto fuera poco, el próximo domingo vuelve el ruso, con sus manzanas podridas de siberia, en una nueva temporada de su calamitoso show nocturno.
Si tengo en cuenta que este pòker rutilante se suma a las bombas de hidrógeno que forman parte del coro estable de voces que componen la televisión de aire (Rial, Viviana Canosa, las novelas extranjeras, el chavo, las películas yankis de los fines de semana, pasión tropical, las ficciones refritas de Suar, los programas de los pastores de medianoche, Majul y su cornisa de la que lamentablemente nunca termina de caer, policías en acción y siguen las firmas), y dado que mi antena de tv está rota, tengo dos opciones: resignarme a que el aparato siga funcionando como uno más de los muebles de la casa o contratar un servicio de televisión por cable.
Le tengo miedo al cable. A las rondas interminables de zapping. Sin embargo, algunas cosas sólo están en el cable: buenas series (Sonny, Warner), buenas entrevistas y documentales (canal a, films & arts, encuentro), goles de Messi en vivo, los partidos de Ginòbili, un revés paralelo de Nalbandiàn, alguna que otra película perdida en la madrugada de Space o I-sat...guste o no, hay que pagar para ver todo eso.
Más allá de todo, y mientras resuelvo si me quedo viendo la pantalla en negro o no, sigo esperando el "buen programa" del año 2010 en la pantalla chica. El año pasado fue "Tratame Bien". Años anteriores hubo otros (Okupas, Tumberos, Tiempo Final, Historias de sexo de gente común, Vientos de Agua, Los simuladores). El promedio es ese: uno por año.
Mientras espero la buena nueva en pequeño, planifico la visión de algunas películas en grande: Carancho, Rompecabezas, Un hombre solo. Todas en cartelera. Los invito a acompañarme, especialmente a aquellos que tengan su antena (o su paciencia) rota.
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Estimado Dr.: Mi paciencia televisiva (como otras tantas de mis paciencias) hace rato dirimió antes los embates obscenos del poker rutilante, las bombas de hidrógeno y su ejército de sátelites lameloides.
ResponderEliminarRecientemente un oculista me diagnosticó una “irritación en la conjuntiva” causada por un virus de desconocida procedencia… me pregunto: ¿que atacó, que irritó a mis ojos? Hace rato no prendo la tele, y cuando la prendo es para ver alguna pincelada artística de Román, algún capítulo de Los Simpson y cada tanto algún contundente informe de 6,7,8 (contundente tanto por veracidad como por omisión). A pasado mucho desde que no veo a Bonelli, a Silvestre o a Guille Andino (quien, tal como anunció Revista Barcelona hace un tiempo, se encuentra claramente afectado de una aguda coproencefalopatía: el terrible drama de tener mierda en la cabeza)… en fin, buscaré respuestas por otro lado…
Recuperándome de una conjuntivitis, y sin poder recuperarme de los fundamentos antropo-biológicos de un diputado sobre el matrimonio gay, me apiado de tu “espera” por algo bueno en la tele y tomo la invitación para ver la última de Trapero!
Atte.,
Pepe Buñuel
Técnico en Recreación Audiovisual
Ex-modelo de Pancho Dotto
PD 1: Permítame una fe de erratas: Majul hace rato cayó de la cornisa… el último de los derrapes que tuve oportunidad de presenciar fue mientras agradecía a los directivos de su canal por permitirle el privilegio de desarrollar su “periodismo independiente”.
PD 2: Si extrañás el zapping de la TV, podés revisionar “Inland Empire”: es lo más parecido a un zapping pero con un enorme logro artístico y sin personajes grotescos… salvo por los conejos, obvio.
Pepe: Espero hayas mejorado de tu irritaciòn en las pupilas. Por mi parte, esta tarde fui a la casa de tv y comprè una nueva antena. En el peor de los casos serà cuestiòn de econtrarle usos paralelos, no?. Para destapar la cañerìa, por ejemplo.
ResponderEliminarEn fin, ya veremos...
Abrazo