sábado, 8 de mayo de 2010

PRESO EN MI CIUDAD...




Pienso, como habitualmente lo hago, en mi trío nacional tutelar: Urdapilleta-Fogwill-Indio. Pude disfrutar de verlos en un escenario, de leerlos, de escucharlos. Justamente el mes pasado, el 15 de Abril, mientras este blog estaba por salir a la luz, se cumplieron 10 años de la única vez que fui a ver a los Redondos. Lo recuerdo: éramos un grupo (Facundo, Daniel, Pato, Erni, Cari y quien escribe estas líneas), todos compañeros de secundaria. Estábamos en quinto año, teníamos 17 años y nos encontrábamos en la cresta de la ola, en la cresta de nuestra módica anarquía juvenil. Ninguno los había visto antes. Recuerdo a otro amigo del curso, Marcos, financiando mi entrada y la de Facundo. (en ese momento la entrada a un concierto no pasaba de los $ 25!!!).
Mis viejos, obvio, no sabían nada. Nunca me hubieran dejado; bah, nunca me hubiera dejado. Recuerdo la ansiedad en la previa. La sensación de estar a punto de participar de un evento único. Recuerdo evitar mirar directamente a los ojos a muchos de los que viajaban con nosotros en el tren a Constitución (nunca en mi vida percibí tan nítidamente la dureza de las miradas como las que se encuentran viajando a un recital). Son ojos que lastiman, que voltean.
Al llegar al estadio, la sensación era intensa: uno ya formaba parte de otro mundo; un mundo paralelo, rodeado por gente que "no existe" en la vida real, que sólo existe para un recital de Los Redondos, gente que emerge (vaya a saber uno de qué profundidades), para afirmarse sobre una tierra sin códigos ni leyes, más que el propio código de su propia felicidad de ricota. Recuerdo que, después de haber pasado varios cacheos, poco antes de pasar la última valla, ya con nuestras entradas en la mano, una horda de karatekas del rock, iracunda y feroz, arrasó con todo, dejando el libre acceso al resto de los mortales que estaban con su entradita idiota en la mano, incluido el grupo de seis adolescentes vírgenes venido de zona sur. Recuerdo mi primera impresión una vez dentro del estadio. Nunca había estado en medio de tanta gente enloquecida. Nunca había sentido tan vívidamente que mi cuerpo se disolvía en una masa humana, que todos éramos parte de uno, y que ese uno tenía una potencia, una energía, una fuerza tal que, si hubiéramos formado una ola, al reventar contra las paredes de esta gran ciudad, hubiéramos barrido con la provincia entera.
Pasaron los años. 10. Pasaron en mi vida, en nuestras vidas, muchas cosas de variado menú: separación de padres, carreras universitarias, trabajos ingratos, veranos en la costa, terapias, novias, un título, fragmentos de una vida, o de varias, en el marco de un país que empezaba a vislumbrar el daño irreversible de los 90: esa década de eficacia demoledora, en la que, todavía, éramos inocentes e inmortales.
"El hombre ilustrado", de Gloria Guerrero, retrata aspectos de la vida del Indio, algunas de sus mejores declaraciones, y algunos aspectos históricos de esa banda de fuego que, 10 años después, nos sigue cautivado como ayer, incluso habiéndose apagado su llama, tal vez, para siempre.


INDIO SOLARI:


"Nosotros somos muy ambiciosos. Nuestra ambición pasa por no tener límites. Cuando sos medianamente ambicioso tu culo tiene tantos ceros en el cheque. Cuando sos un ambicioso estelar y cósmico, no hay guita que compre tu vida. Yo no podría vivir de otra manera. Por más que venga un tipo y me diga;" cuánto querés, un palo verde? La vida de uno, con mucha menos guita, ya está. Mientras no tengas la zozobra de la miseria, ya está. El premio mayor no es la guita. Es la libertad."

"A mí lo único que me fatiga es que uno es una sola personita para atender las voluntades de cariño de muchos. Uno no tiene una personalidad potable para eso, pero evidentemente ante toda la riqueza de cosas que se acercan a mi vida, ese es un valor despreciable. Hay gente que se maneja mejor con la fama. También están los que tienen el temperamento para mandar a la mierda a los cholulos. En el caso nuestro, creo que sinceramente no tenemos ningún derecho de hacer destemplanza con chicos que han propiciado que uno esté haciendo música en semejante estado de libertad."

"Respetamos a Luca, pero a mí me parece que uno debe estar definido por la obra en sí, no por demoler hoteles o por lo que carajo fuere. Yo creo que esas son características de la personalidad de cada uno. Bienvenido sea, pero no me gustan los artistas existenciales, en general. Yo lo prefiero a Luca vivo, haciendo canciones. A mí lo que me interesaba eran sus canciones. No que me contara su dolor matándose."

"Hace un montón de años pensaba que Patricio Rey era un personaje impresionante, alguien que podía brindar un techo conceptual y dar una prédica determinada a través de un canal como es el rock. Con el tiempo he llegado a pensar que es un pobre tipo que carga sobre sus espaldas todo aquello que nosotros no nos bancamos del circo del rock. Yo no lo he visto nunca. El manda mensajes y aparentemente se comunica mediante testaferros que juegan de Patricio Rey. Así ocurre que a veces es un calvo con un cigarro, otras veces un gordo tramposo, otras un pobre nene necesitado de afecto."

"Cualquier proyecto existencial trae problemas. Lo único que no trae problemas es una vida prolija, rutinaria y obediente a todas las consignas del sistema. Así no tenés problemas. Pero, sinceramente, eso para mí no es vida. Vida es tener problemas. Además, problemas son los que uno puede resolver. Cuando uno no los puede resolver, ni siquiera se imagina esos problemas. Los problemas son, finalmente, esas cosas que uno cree."

"Cuando la gente es pobre, lo único que puede hacer es meter miedo. Y cuando se habla de violencia, hay que tener en cuenta de qué manera está siendo detonada y alimentada desde lugares donde lo único que importa es mantener un coto de privilegio. Una de las cosas que no me canso de decir en los shows es que cada uno debe cuidar su culito. Aunque también me parece innecesario: los pibes saben defenderse mejor que yo, que soy un tipo de clase media."

"Hay gente que se mueve como pez en el agua con la fama. Yo, en cambio, me formé en una cultura en la que el anonimato era lo mejor que te podía pasar, porque la popularidad hace que a uno lo estén vigilando todo el tiempo. La fama es como un purgatorio. En cambio el anonimato es muy recomendable. La gente no sabe casi nada de nosotros, y sin embargo uno es siempre para ellos el más honesto y el que mejor toca."

"El único negocio es que prefiero perder un poco de guita con el perfume que llenarme los bolsillos con el olor a bosta. Ahora bien, Cómo no vas a disfrutar de un buen vino más que de uno malo, de una caricia más que de una patada en el orto? Lo que me arruinaría sería tener que ser un miserable para poder disfrutar del confort. Pero yo no he tenido guita para pagar el alquiler, y sin embargo en mi casa había champagne. Sí, yo tomé champagne toda mi vida, porque para mí es mucho más importante que tener un Peugeot. Me gustan más esos vicios que ir sacando el brazo por la ventanilla del mejor auto."


"No puedo imaginarme a los jóvenes con nuestros problemas porque espero que este sistema perezca ante sus ojos."

"Mi cordura, mis amores, mis amigos, el riesgo físico conforman mi vida, para poner todo esto en juego alguien debe decir la palabra mágica y si el talismán es dinero, tendrá que tener muchos ceros para que mis creencias actuales cambien.
Hoy en día no hay mucha gente haciendo su propia experienia. En general en las producciones internacionales se realizan investigaciones de mercado y así se determina lo que hay que imponer. Si resulta la necesidad del new sicodelic, entonces aparecen las camisas búlgaras por un tiempo, aparecen un montón de pibes rubios maquillados de una determinada manera que se los forma para ser buenos agentes de una tecnología muy stándar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario