Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
PRESA FÁCIL...
La idea de que la policía empiece a usar sus armas de fuego "con mayor libertad" pero sin perder "racionalidad" conlleva un nivel de cinismo y de temeridad difícil de superar. Uno tiembla por estar de acuerdo con Carrió, pero ese vértigo pasa rápido: en 5 minutos volveremos a estar otra vez en contra de todo lo que diga ese personaje.
Sucede que la "racionalidad" no opera en abstracto. El "sentido común" no funciona en el vacío, no se lo puede analizar como si se tratara de un hipo que aqueja a un cuerpo.
Entonces, la "racionalidad" del tipo que lleva un arma encima con aval del Estado (eso es un policía) va a estar marcada por las condiciones sociales promovidas por ese Estado para el que trabaja. Es lógico, entonces, que un gobierno de políticas de exclusión busque ampliar los derechos que menos queremos que amplíen: los derechos a actuar del que posee el uso legítimo de la fuerza. Y eso también es lógico; si saco derechos a los ciudadanos; debo darle más derechos a las fuerzas del orden.
Y sucede que ampliar libertad de un lado (del lado de las fuerzas policiales) implica necesariamente reconocer, sin decirlo, un estado previo de cosas que hace necesario restringir libertades; no la "libertad" del delincuente para delinquir (que es lo primero que festeja la gente que nos genera escozor) sino la libertad de toda la sociedad para manifestarse públicamente en contra de las políticas públicas que se están llevando a cabo.
Difícil imaginar una medida de mayor temeridad.
Con la excusa de proteger al policía, la medida busca la aprobación de la clase media doliente por la inseguridad; pero el fin último no es otro que garantizar un tipo muy especial de seguridad: la del propio gobierno.
No es casualidad que la medida salga ahora, en Diciembre; después de la suspensión del Boca-River y a la luz de lo dicho por Macri en una entrevista reciente: que no quiere sentirse "amenazado" cuando llega Diciembre. Que Diciembre debería ser "un mes más" (un mes más de qué? de pérdida de puestos de trabajo? de pérdida de salarios?)
Para que el presidente duerma tranquilo, entonces, los que debemos sentirnos amenazados somos nosotros.
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