"La vida es misteriosa. Participé de un debate sobre la locura realizado por el Ministerio de Salud Pública en el Teatro San Martín. Los panelistas eran el ministro de Salud, el legendario psicólogo Alfredo Moffatt, el terapeuta Hugo Solá y el periodista Enrique Symns. Esos debates eran tremendamente aburridos, y los organizadores me invitaban especialmente para que les pusiera una cuota de caos. Cuando el ministro empezó su discurso, busqué mi arturito en el bolsillo del saco y con la invulnerabilidad que me caracterizaba apunté el sifón hacia mi nariz. En ese momento vi los ojos de rata del hijo de puta que me expulsó de la universidad, y como si se me hubieran aflojado los esfínteres del alma me largué a llorar."
"Mi desconfianza por los libros se debe más que nada a que la mayor parte de ellos se convirtieron en el museo de la inteligencia y la capacidad de contar robándole a las conversaciones la posibilidad de que la magia se esfume."
" Las reflexiones más asombrosas, las frases más poderosas que iluminan las conversaciones como los rayos en un bosque, los encuentros más densos y las frases poéticas que no son interceptadas por las cadenas asociativas nacen del entramado vital de las charlas de todos los hombres del planeta en cada momento. Digo: es diez mil veces más interesante hablar que pensar, cantar que escribir."
"Un niño hasta los tres años ha sido eterno, puede haber transcurrido un par de millones de años en ese lapso. Los reglamentos del tiempo le fueron enviados ocultos tras los códigos del lenguaje. El lenguaje es una orden de sometimiento a lo innominado. Es un látigo golpeando continuamente en el lomo de la insensatez."
"Los tiroteos, los besos, los cuchillazos, la ingesta de drogas pesadas, los viajes a la selva y la montaña, las amistades insondables, los amores imposibles, la relación con asesinos, ladrones y traficantes, mi aparición en los escenarios del rock & roll, algunas cogidas. Cualquiera de esas historias vale la quema de la biblioteca de Alejandría. Si la vida me prometiera todavía algunos misterios explorables, me convertiría sin dudarlo en un soldado anónimo del ejército de incendiarios de Fahrenheit 451."
"El problema no es el miedo, lo grave es esa flacidez emocional que se genera cuando no dominas la adrenalina."
"Somos una etnia secreta, una raza original, un modelo genético: somos los depredadores, los que atravesamos historias y ciudades, amores y amistades, disfrazados de alguien que ni siquiera sabemos quién es. Es un disfraz tan perfectamente diseñado que te oculta hasta de tu propia mirada. Estamos acicateados por el cuchillo de la supervivencia. No sabemos trabajar, ni estudiar, ni aprender, ni ser amigos de nadie, y hasta nos resulta insoportable el trabajo de existir. Solo sabemos persistir."
"Durante aquellos años de vagabundeo por la ciudad, sin oficio ni estudios formales, sin posibilidad de transformarme en escritor o en profesional, me dediqué a leer obsesivamente a filósofos y teólogos, a teóricos del psicoanálisis y estudiosos del universo. Y el fraude de Dios me resultaba tan inaudito como si los creyentes adorasen el edificio del Correo. Me parecía inconcebible que semejante superchería les sirviera para escapar de su destino."
"Aterrado, en el mayor de los exilios lisérgicos, me denudé completamente, salté por al ventana y me perdí entre la vegetación. No sé con quién, ni cómo, ni dónde estuve toda la noche balbuceando como un simio. Y se despertaron todas las desgracias. Esa noche Brasil terminó su trabajo de vudú sobre mi alma."
"Cuando empieza la debacle, no se detiene. Dios es otro nombre de la Ley de Murphy: el sabor apetitoso que siente el abismo al masticar la carne de todo lo que existe, la mala suerte que se ríe del caballo campeón que estás montando porque observa el final de todos tus recorridos y ve siempre la derrota, el charco de sustancias desparramándose sobre las cenizas del mundo que perdiste."
"En una prisión tan precaria se aprende rápidamente a cambiar la concepción del tiempo. Se trata de creer que siempre es de noche, que siempre es hora de dormir. Y se sueña, despierto o dormido, conversando o comiendo; es el primer recurso que el cerebro aprende a desarrollar: evitar las cadenas asociativas que se refieran a lo que está sucediendo. Así que se vive siempre en un futuro probable o en un incierto pasado remoto, aunque la maraña asociativa siempre se abre paso hasta alcanzar la maldición del presente. Efectivamente, en la cárcel te vas volviendo un poco loco."
"Sobre las heridas que la lisergia produjo en el tejido de sus creencias habían crecido vagas y desesperadas nociones del complot que gobierna el mundo. Y esa noción conspirativa del universo lo llevó sin escalas hasta las puertas del neuropsiquiátrico Borda, donde trataron de achicharrarle la mente con adecuadas dosis de artane y halopidol."
"Dicen que hay que aprender a viajar en los sueños: si uno se mueve hacia la montaña con paso de hombre, la montaña avanza con pasos de montaña. Esta ley onírica implica que la velocidad vertiginosa que se produce en los sueños depende absolutamente del primer movimiento del soñador. El soñador y lo soñado se sueñan mutuamente."
"EL SEÑOR DE LOS VENENOS" (E. SYMNS)